Mires donde mires, la ficción y la literatura nos rodean por todas partes, nos demos cuenta o no. Tanto si se trata de la impresión de una novela como de una obra de teatro que se representa en tu teatro local, estas historias de ficción, tanto si te gustan como si no, aumentan inconscientemente nuestro conocimiento de diferentes perspectivas de mundos distintos, independientemente de nuestra edad o antecedentes previos, para permitirnos aumentar nuestros niveles de madurez emocional. O, en palabras más sencillas, ponernos en la piel de otro personaje nos ayuda a aumentar nuestra empatía hacia los demás e incluso hacia nosotros mismos. Y cuantos más tipos diferentes de personajes y situaciones se nos muestren, más amplias serán nuestras perspectivas.
La diferencia entre ficción y literatura:
A pesar de la confusión común debida a las superposiciones de ficción y literaturala diferencia clave es que la literatura es la obra escrita impresa en un texto (ya sea de ficción o de no ficción), y la ficción en su conjunto puede representarse a través de muchos medios diferentes: las historias puramente imaginativas suelen ser obras de teatro, prosa, películas, dramas, etc. En principio, no toda la literatura es ficción, pero toda la ficción es literatura.
Cómo nos influye:
El arte de la ficción y la literatura es conocido por ser a la vez terapéutico y un alimento para el conocimiento, independientemente de quién seas o de tus antecedentes personales. La psicología de cómo nos influye es interminable, pero he aquí algunos ejemplos. Esto podría ser un mensaje directo de lecciones de vida o una forma pasiva de desarrollar simpatía a partir de entrar en las vidas de los diversos personajes, ya sean ficticios o reales (que podrían proceder de una biografía o memorias). Encontrarte a ti mismo en los personajes valida tu personalidad y tus experiencias. Pero incluso cuando el lector y el reparto pueden ser diferentes, fomenta el desarrollo de una comprensión más amplia de los diferentes individuos que construyen juntos la sociedad, no importa en qué época.
La ficción y la literatura también sirven para que los escritores difundan pasivamente sus creencias y opiniones. Esto puede ser político a veces. Un ejemplo de ello podrían ser las escritoras del modernismo que escribían sobre temas feministas haciéndose pasar por un hombre para tener más posibilidades de ser escuchadas. También es ventajoso en general para aumentar el vocabulario y los conocimientos en distintas áreas, ya sean académicas o sociales. Esto puede suscitar otros intereses, además de aumentar la inteligencia y el cociente intelectual emocional.
Ejemplos populares de ficción y literatura:
- Obras de Shakespeare (por ejemplo, Macbeth, Romeo y Julieta, La Tempestad)
- Jane Eyre – Charlotte Brontë
- La señora Dalloway – Virginia Woolf
- 1984 – George Orwell
- De ratones y hombres – John Steinbeck
- Demian – Hermann Hesse
- El guardián entre el centeno – J.D. Salinger
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